—Yo me he comido más libros que los que tú nunca leerás —le dijo el ratón Glotón a Mario, el bibliotecario.
—Pero a mí me han aprovechado más —respondió aquel.
—¡Imposible! —exclamó el roedor que más parecía un gorrino—. Nadie ha disfrutado de tantas siestas de pijama a cuenta de la literatura como yo.
—Yo aún estoy digiriendo mi primer libro.
—¿Cuál?
—La cartilla para aprender a leer —afirmó Mario, dibujando media sonrisa bajo sus gafas.
—A mí no me sirvió ni de aperitivo.
—Me das la razón.
—Te acordarás de esta.
—No te irá de tragarte más palabras.
(100 palabras)
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